Monday, October 22, 2012

POWER CITIES: Mal Marketing… ¿buenos gobernantes?


Mal Marketing… ¿buenos gobernantes?

Picture by EcoLocalizer
En los procesos electorales que vivimos desde hace unos quince años , los asesores de los candidatos recurrieron con cada vez más frecuencia y presupuesto al uso del denominado marketing político. La herramienta ofreció muy buenos dividendos a quien lo utilizó profesionalmente y lamentablemente en muchos casos, el marketing (y la publicidad que lo proyectaba) hicieron que malos productos (candidatos) ganaran. Decía el buen David Ogilvy que lo peor que le puede pasar a un mal producto es tener una Buena campaña de marketing. Siendo consumidores simplemente abandonamos la marca, lo hacemos saber a nuestra familia y amistades, demandamos vía Profeco con altas posibilidades de recuperar nuestro dinero. Sin embargo, cuando se trata de un buen marketing político y un candidato que no tiene un buen desempeño  y no cumple sus promesas., a quién acudimos? No vienen con garantía de satisfacción y en este caso lamentablemente el cliente aún teniendo la razón no obtiene el castigo por el engaño y lo peor, cuando se trata de servidores públicos da a la impresión de que no les importa el tema, aunque les afecte a ellos, su familia y comunidad.
Muchos de los candidatos de todos los partidos,  ya electos o en funciones NO entienden la diferencia entre el marketing  que usaron como candidatos y el marketing  requerido ya que están en el poder.
Las marcas más exitosas, grandes usuarias de marketing estratégico y de buenas comunicaciones, manejan procesos para asegurar, ante todo, la relación con sus clientes vía gratas experiencias en el consumo. Estudian a sus clientes más que para satisfacerles, enloquecerles vía calidad en sus productos y servicios. Parten de conocer y entender a sus diferentes grupos de clientes (ciudadanos) y de ver la manera en la que pueden ser de los más competitivos. Hacen frecuentemente encuestas de satisfacción que cubren las diferentes áreas de la empresa y de ahí dependen bonos  e incentivos de los empleados y directivos (servidores públicos).  Su comunicación es cada vez más en tono  de diálogo más que de monólogo y sus campañas se basan en estrategias creativas que buscan hacer sentir bien a los consumidores y buscar acciones en las que escuchen el sentir de sus clientes
Quisiera señalar lo que NO es una uso adecuado de marketing de servidores públicos, alcaldes, legisladores, gobernadores en funciones. Siguiendo estándares internacionales no es correcto que las ciudades o Estados tengan presupuestos de comunicación (monólogos) más altos que los principales productores o comercios de la zona y que  tomen protagonismo en los medios , que sean más que usuarios de spots entre programas patrocinadores de noticieros, de secciones  dentro de ellos y de transmisiones especiales. No es correcto que semana tras semana difundan supuestos logros sin contemplar el sentimiento de sus clientes.  Marketing NO es intentar cambiar el logotipo de la ciudad o el estado sin que las reglas del juego, programas de trabajo y la eficiencia con la que se realicen cambien para mejorar. Marketing NO es tener nuevos diseños de los carros de la policía a menos que hagan mejor su trabajo. Marketing NO es cuidar la imagen o apariencia sin ofrecer , en esencia, buenos resultados. Si las Señoras y Señores funcionarios públicos quieren verdaderamente formar una buena imagen, lo lograrán primero que nada haciendo muy bien el trabajo que se comprometieron a realizar y por el cual reciben un justo pago; deberán de sorprender a sus cliente-ciudadanos con proceso de trabajo eficientes, que brinden beneficios tangibles. Seguramente hay gente muy bien intencionada que entienda las cosas bajo ésta óptica.
En el marketing moderno, una buena imagen viene acompañada de una serie de acciones que buscan una relación emocional y de largo plazo con el mercado(engagement) y esta se logra más que con cambios de logotipos o anuncios por doquier con resultados que les transformen en love marks, marcas de los que la gente se siente orgullosa de comprar y recomendar. Habrá manera de que nuestros servidores públicos tomen acciones que nos sorprendan, con las que nos llenemos de gusto y que recuperemos el orgullo de la marca de la ciudad o el Estado que representan?. Esperamos a que lo hagan o lo exigimos? Habrá sorpresas en las nuevas administraciones o en la que se está reinventando. 2013 puede ser un buen año para todos.
El cliente siempre tiene la razón, siempre y cuando  pague bien y exija calidad y servicio.

Saludos a todos,
R. Treviño

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